Si mañana recibieses unos cuantos millones de euros ¿Seguirías en tu trabajo actual?

 

A esta pregunta suelen haber dos respuestas comunes:

 

Posible respuesta 1: ¡No! Ya tendría la SEGURIDAD que necesito, me quedaría en casa DISFRUTANDO de…. o haría lo que realmente me gusta que es….

 

Posible respuesta 2: ¡Sí! Porque me encanta lo que hago, me hace sentir ORGULLOS@… incluso, ahora me tomaría las cosas menos a pecho y lo DISFRUTARÍA más…

 

Fíjate que he puesto en mayúscula unas palabras que son las que dan sentido al resto de la frase, las que explican el sí o el no… y son EMOCIONES.

 

Mira, hace unos meses fui a una carnicería de mi barrio que descubrí por casualidad durante un paseo. La verdad, me alegré de encontrar una carnicería de barrio y entré. Estando allí, debías coger un número para ser atendido en orden de llegada. Y así lo hice. Tenía a dos personas por delante de mí. Una que estaban atendiendo y otra que esperaba como yo.

 

Mientras miraba el producto y pensaba en lo que pediría, una señora que acababa de entrar, se acercó al mostrador y pidió a uno de los dependientes. El dependiente le dijo sí, tengo aquí lo tuyo, y sin esperar a su turno comenzó a atenderla.

 

Aquello ya no me gustó… pero el malestar para mí llegó cuando, justo antes de atenderme a mí, ocurrió de nuevo con otro cliente que hizo la misma operación: no cojo número, me acerco al dependiente y le pregunto si tiene…. y de paso le digo que me lo ponga.

 

La verdad, me sentí mal, sentí que no se me respetaba a pesar de que yo estaba respetando las normas…

 

Y puedes pensar que es una exageración, o que no es para tanto… pero hace tiempo que aprendí a no rechazar mis emociones, ni reprimirlas, ni negarlas… ni dejarme llevar por ellas, claro…

 

… y me ayuda a resolver muchas situaciones de forma elegante, sin generarme una úlcera… te lo recomiendo, la verdad..

 

Así que, si algo me molesta, soy consciente y decido mi conducta. En ese momento decidí decir algo así: perdona, es mi turno, yo tengo el número de la pantalla. 

 

Pero sinceramente, no he vuelto… aquel dependiente perdió una clienta por no saber algo básico en los negocios…

 

La emoción mueve a la acción.

 

Y es así para ti, tus empleados, tus clientes…

 

¿A qué conclusión podemos llegar?

 

Lo importante para liderar un negocio y/o un equipo es saber crear una conexión emocional positiva con las personas.

 

Si quieres que tus clientes o que tu equipo pasen de un estado emocional de queja, desmotivación, conflicto constante… a otro en el que se sientan motivados y estén comprometidos con dar lo mejor de sí para conseguir tus objetivos… Entra al programa. Con motivación.

www.etie.es/mentoria