Hace un tiempo fui a una cena a la que me invitó una amiga que celebraba su 40 cumpleaños. En esa cena conocí a la propietaria de un restaurante que me contaba que sentía que lo más difícil de su negocio era liderar a su equipo…

 

Decía que se encontraba con quejas constantes…

 

… Si tenían que formar a alguien nuevo, se quejaban…

 

… Si habían tenido un servicio fuerte, se quejaban…

 

… Si estaban mucho tiempo en un puesto, se quejaban…

 

… Pero si rotaban a menudo, también se quejaban…

 

… se quejaba cocina de sala…

 

… se quejaba sala de cocina…

 

… se quejaban de los horarios…

 

en fin, ella veía a sus empleados como quejas con piernas y brazos. Estaba agotada y estresada.

 

Le pregunté si se había planteado implementar un sistema de liderazgo con el que aumentar la proactividad del equipo. Y me dijo que no creía mucho en todo eso de “cambiar a las personas”… Que se había hecho a la idea de que dirigir a un equipo era estresante y que intentaba llevarlo lo mejor que podía…

 

Mi respuesta fue algo así como: En el liderazgo efectivo no cambiamos a las personas sino que las gestionamos para potenciar sus puntos fuertes y crear una convivencia saludable. Y esto, que te traerá mejores resultados en tu negocio, se hace de una forma determinada…no es magia, no es por azar… es mediante un sistema.

 

La noche siguió y fue muy divertida.

 

Unas semanas más tarde, esta propietaria de negocio se puso en contacto conmigo, me dijo que necesitaba mi ayuda, así que quedamos a tomar un café y hablamos.

 

Me contó que el sábado anterior, en pleno servicio, la cocinera y una de sus ayudantes de cocina empezaron a discutir. No me supo decir exactamente por qué discutían pero decía que no era la primera vez, y que no le había dado más importancia ya que seguían trabajando juntas y sacando el servicio… pero aquella noche todo se fue al traste… la discusión acumulaba mucho resentimiento… se dijeron cosas fuertes la una a la otra… y, finalmente, la cocinera se marchó.

 

Así, a mitad de servicio.

 

Con los clientes sentados en la mesa esperando sus platos mientras oían los gritos de la cocina.

 

Algunos de esos clientes, incluso, se marcharon.

 

Algunos camareros se quedaron bloqueados ante la situación y no supieron reaccionar..

 

Y aquella mujer me lo contaba con un nudo en la garganta y mucho miedo de perder la buena imagen que tanto había trabajado para su negocio, y la inversión realizada…

 

A veces, esto pasa. Esperamos a que algo grave pase para comenzar a liderar porque no tomamos en serio el hecho de que un equipo bien liderado hace un negocio rentable.

 

Por suerte, no todos los líderes de equipo esperan a que todo “reviente” para implementar un sistema de liderazgo. Si tú eres de estos líderes te puedo ayudar:

 

Bien en mi programa de mentoría:

www.etie.es/mentoria

 

O de una forma mucho más personalizada. Este programa no lo trabajo con todo el mundo, solo con aquellas personas que cumplen determinados requisitos. Ya que yo me implico mucho en este proceso, me aseguro que trabajo con las personas adecuadas. Si este es tu interés, que trabajemos de forma más personalizada e individualizada con tu equipo y tu negocio, reserva una sesión de valoración y comprobaré si podemos trabajar juntos:

https://calendly.com/ireneruizalcaraz/sesionindividual

 

Irene