DEJA DE COMPLACER Y COMIENZA A SER AMABLE
Es común que los pequeños empresarios tiendan a complacer a su equipo, ya que suelen buscar la aprobación y el apoyo de sus empleados para mantener un ambiente laboral positivo. Este comportamiento a menudo surge del deseo de evitar conflictos, fomentar la lealtad y asegurar que todos se sientan valorados dentro de la empresa.
Además, al estar más involucrados en el día a día de sus negocios, pueden temer que un liderazgo más firme o asertivo pueda generar descontento o alejar a los empleados clave, poniendo en riesgo la cohesión del equipo y, en última instancia, el éxito de la empresa.
Sin embargo, cuando complacemos al equipo en lugar de liderarlo, lo que ocurre es que…
❌se pueden establecer expectativas poco realistas y se puede crear una cultura de conformismo.
❌En lugar de impulsar la innovación y el crecimiento, se corre el riesgo de fomentar la mediocridad y la falta de responsabilidad.
❌Los empleados pueden sentirse desorientados por la falta de dirección clara, lo que puede afectar su productividad y el desempeño general de la empresa.
❌Con el tiempo, esta tendencia a complacer puede acabar con la autoridad del líder y obstaculizar la capacidad de la organización para alcanzar sus objetivos.
¿Te reconoces en esta situación? ¡Hoy quiero darte un re-enfoque
Deja de complacer y comienza a ser amable
Diferencia Fundamental: Complacer vs. Ser amable
- Complacer al equipo: Es una tendencia a evitar conflictos y buscar la aprobación continua de los miembros del equipo. Puede involucrar decir “sí” a todas las ideas, suavizar retroalimentación negativa y anteponer la armonía a la eficiencia.
- Liderar al equipo es ser amable: Liderar implica tomar decisiones firmes y dirigir amablemente al equipo hacia los objetivos organizacionales, incluso si eso significa enfrentar momentos de incomodidad. Es ser claro y directo, siempre teniendo en cuenta el bien mayor de la organización y el desarrollo profesional de los empleados.
Ahora bien, dejar de ser complaciente para comenzar a ser amable conlleva un proceso de re-aprendizaje por tu parte. Y para ayudarte con ese proceso te detallo aquí cómo hacerlo.
Transición de la Complacencia a la Asertividad
- Autoevaluación Honesta: Reconocer si existe una tendencia a complacer es el primer paso.
👉Identifica situaciones donde has priorizado la comodidad sobre la efectividad, esto puede ayudarte a entender tus patrones de comportamiento. (Se llaman patrones porque se dan una y otra vez aunque no te lleven a los resultados que deseas)
- Entrenamiento en Comunicación Asertiva: Desarrollar habilidades de comunicación que sean claras y directas, pero también empáticas, es esencial. Esto incluye aprender a dar retroalimentación constructiva, decir “no” cuando es necesario, y establecer expectativas claras.
👉Practica a decir no con esta plantilla:
“Valoro tu trabajo y entiendo lo importante que es para ti [mencionar la solicitud específica]. Sin embargo, en este momento, no puedo acceder a tu petición debido a [razón específica, como políticas de la empresa, recursos limitados, etc.]. Quiero que sepas que aprecio tu comprensión y estoy dispuesto a hablar sobre otras formas en las que podamos apoyarte dentro de las posibilidades actuales.”
- Establecer Límites Claros:
👉Define qué comportamientos y expectativas son negociables y cuáles no. Inclúyelo en tu manual del empleado y comunícalo al equipo.
- Delegar con Confianza: Confiar en las capacidades del equipo y delegar responsabilidades de manera efectiva, no solo aligera la carga del líder, sino que también empodera al equipo.
👉Define los roles de tu equipo y comunícales sus responsabilidades y lo que se espera de ellos aportando autonomía para que puedan implicarse en la mejora continua. (Recuerda que aquí es clave mantener reuniones 1:1 periódicas en las que escuchamos a cada empleado y le damos el feedback que potencia su implicación y compromiso)
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