La empatía es la capacidad de percibir la emoción de otra persona sin contagiarse de la misma. Es decir, entendemos al otro desde nuestra situación y emoción propia. Por eso, si mi amigo está enfadado soy capaz de percibir y entender su emoción, pero yo no tengo por qué enfadarme. De igual forma percibo su tristeza sin tener que sentirla yo, o su miedo.

Cuando hablamos de empatizar hablamos de conectar con la otra persona. La falsa empatía no solo no funciona, sino que provoca rechazo ya que nuestro cerebro está diseñado para detectar las mentiras, y cuando las detecta emite la emoción de asco que se refleja en un rechazo. Por ello, es importante saber empatizar de manera real y no forzada.

 

CÓMO EMPATIZAR

Para despertar la empatía debemos tener predisposición a escuchar al otro. Y al decir escuchar, nos referimos a escuchar de verdad.

 

Debemos escuchar para entender, no para contestar.

 

Esta es la clave. La atención debe estar puesta en percibir su mensaje y no en qué le voy a decir yo. Por ello, la Escucha Activa es una gran facilitadora de la empatía. Porque escuchar no es oír, ni mirar al otro cuando te habla mientras piensas en otra cosa o los pensamientos te vienen y van. La escucha activa es poner atención a lo que te dicen, al tono de voz, a los gestos de su cara, a la postura de su cuerpo. Es una escucha completa del mensaje de la otra persona que no solo lo transmite con la palabra.

Una vez que has conectado con la otra persona aumenta la empatía el hecho de mostrarla, para lo que puedes parafrasear lo que te dice o devolverle frases del tipo: veo que estás muy enfadado y te entiendo.

 

PARA QUÉ EMPATIZAR

La empatía abre la posibilidad de una comunicación efectiva en situaciones de conflicto o tensión favoreciendo la resolución constructiva de la situación.

Además, permite acompañar a otras personas en momentos de tristeza o preocupación sin pretender cambiar su emoción ni eliminarla de manera antinatural.

Por otra parte, las habilidades sociales crecen sobre la empatía. Saber empatizar facilita la relación con los demás de una manera natural y sana.

En aquellas profesiones en las que se está al servicio de los demás, la empatía mejora la eficiencia del profesional al facilitarle la relación con distintos tipos de personas y en distintas situaciones.

 

Irene Ruiz.