¿Qué opinas de las emociones? ¿Te parecen útiles? ¿Qué fin le sueles dar a tus emociones? ¿Las reconoces y utilizas de manera constructiva? O por el contrario, ¿las rechazas, niegas o reprimes porque no sabes qué hacer con ellas y te resultan desagradables y molestas? Hoy quiero hablarte de cómo saber la intención positiva de tus emociones.
Muchos de mis alumnos o clientes me suelen reconocer que no les gustan la emociones, ni las propias ni las ajenas. Para empezar, porque a veces se sienten víctimas de lo que sienten y, no controlan todo lo que les gustaría, lo que dicen o cómo actúan. Y por otra parte, no saben para qué podría servir cada emoción, o cómo sacarles partido.
Sin embargo, las emociones las genera nuestro cerebro con el fin de ayudarnos.Sí, has leído bien, ¡las emociones están para ayudarnos! Hoy os quiero dar unas claves prácticas sencillas de cómo conocer la intención positiva de tus emociones y que te ayuden a conseguir una actitud y conducta más efectiva en cada situación.
¿CÓMO CONOCER LA INTENCIÓN POSITIVA DE TUS EMOCIONES?
Cada emoción es como una pequeña señal de alerta. Igual que la sensación de hambre te avisa de que tu cuerpo necesita ingerir alimentos para recuperar energía, o que el sueño te indica que necesitas descansar, las emociones te avisan de necesidades a cubrir.
Vamos a ver qué necesidades son para 3 emociones básicas: el miedo, el enfado y la tristeza.
- El Miedo: esta emoción pretende que seas precavido y te prepares para superar las distintas situaciones o retos a los que te enfrentes. La intención positiva del miedo está tras las preguntas: ¿Qué necesito saber para afrontar esta situación? ¿Qué necesito aprender, conseguir, tener a mano? Por ejemplo, imagina que vas a realizar una exposición oral en público y te aparece el miedo. Ese miedo te está diciendo: ¿Te sabes bien la charla o necesitas practicarla más? ¿Tienes la presentación correcta? ¿Y si no funciona tu ordenador cómo podrías seguir? (asegurarte si hay otro por ejemplo), ¿Y si te bloqueas y te olvidas de cómo seguía? (me llevo la charla escrita y pido al público 1 minuto para centrarme de nuevo) ?Y si te preguntan algo que no sabes responder? (reconozco no tener la respuesta y me comprometo a enviarla por mail en cuanto disponga de ella, ya que como experta que soy sabré dónde y cómo encontrarla)… por lo que el miedo no pretende que te bloquees sino que te respondas a ti mismo a todas estas preguntas para superar con éxito ese reto.
- El Enfado: esta emoción aparece cuando se ha cometido una injusticia o hay que poner límites y exigir respeto. Lo que te dice es: Esto no es justo, lucha por una situación de igualdad. O bien: esta persona no te está respetando aclárale dónde está el límite. Por ejemplo, un compañero de trabajo te pide que le termines un informe como favor puntual. Se lo haces encantado. Sin embargo, no queda en algo puntual y se repite la situación en más de una ocasión. Tu enfado te dice: dile que no es tu tarea terminar sus informes y que quizás debe organizarse d otra forma o tiene alguna lección que aprender sobre productividad y gestión del tiempo. En estos coasos, la clave está en saber comunicar de manera efectiva. No ser agresivo, sino asertivo al poner tu límite.
- La tristeza: Esta emoción aparece en situaciones en las que hay que cerrar una etapa y abrir otra nueva. Está asociada por lo tanto, a los cambios de nuestra vida y viene para ayudarnos a auto reflexionar, dar un sentido a lo vivido a través del aprendizaje y tomar las decisiones adecuadas para seguir adelante. Por eso, es una emoción que te pide descanso, espacio y tiempo para ti, mayor introspección. También aparece al recordar aquello que tuvimos y perdimos y nos ayuda a valorarlo, a reconocer su efecto en uno y a seguir aprendiendo de aquello. Una vez te sea indiferente, aunque recuerdes ya no habrá tristeza.
Esta es la función real de cada emoción. Para lo que el cerebro las utiliza y las hace aparecer en nuestro cuerpo. Sin embargo, existen también las llamadas emociones disfuncionales, aquellas que en vez de ayudarnos nos bloquean, deprimen o nos hacen perder el control. Si quieres saber cómo desbloquear las emociones difucionales te lo cuento aquí:
Un abrazo,
Irene Ruiz
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