En muchas ocasiones, cuando nos encontramos ante un reto o dificultad, podemos sentirnos muy inseguros a la hora de afrontarlo. O bien, tenemos la sensación que que no seremos capaces de superarlo. O incluso, nos sentimos inseguros y con ganas de huir de esa situación. ¿Recuerdas algún momento así a lo largo de tu vida?

Estas emociones no nos gustan. Nos parecen desagradables e inútiles. Y de hecho, lo son. Sin embargo, no es la emoción el problema sino los pensamientos que la acompañan o generan. Son los llamados sentimientos disfuncionales o emociones cognitivas disfuncionales. Te cuento cómo reconocerlas y qué hacer con ellas en este vídeo.

 

 

QUÉ SON LAS EMOCIONES DISFUNCIONALES

A nuestras emociones le suelen acompañar un número altísimo de pensamientos que pasan por nuestra mente muy rápidos. La mayoría de estos pensamientos son inconscientes, es decir, no somos conscientes de que están en nuestra cabeza ni de cómo nos afectan a lo que sentimos y hacemos.

Cuando estos pensamientos son críticos con nosotros mismos, nuestras capacidades o son irreales respecto a la situación que vivimos, pueden llevarnos a sentir que somos incapaces, no válidos, sentimos una gran inseguridad e incluso culpa o victimismo, es decir, nos traen emociones disfuncionales que no nos ayudan sino que, si no las gestionamos, nos perjudican.

Para eliminar estas emociones disfuncionales o cambiarlas por emociones adaptativas, debemos reconocer estos pensamientos y cambiarlos. 

 

PENSAMIENTOS NEGATIVOS: DISTORSIONES COGNITIVAS

Exsiten varios tipos de pensamientos que nos llevan aprecepciones de la realidad no realistas y, a su vez, a emociones disfuncionales. Hoy os quiero hablar de 3 de estos pensmientos llamados Distorsiones Cognitivas:

  • Y si…. todos aquellos pensamientos que tenemos sobre lo que podría ocurrir en el futuro: y si… a mi jefe no le gusta mi informe; Y si… mi compañero se enfada si le pido este favor; Y si… me despiden un día de estos….. todo ello situaciones que puede que no pasen nunca pero que las imaginamos y las sentimos como si fuesen a pasar y además, nos creemos que no podremos afrontarlas. Le tenemos miedo, no solo a la situación, sino a no ser capaz de superarla. Estos pensamientos imaginados y proyectado al futuro son miedos imaginarios, debemos reconocer esos Y si.. y decirnos a nosotros mismos: esto es mi imaginación, puede que no pase nunca, pero si pasara ya me ocuparé en su momento, seré capaz de superarlo. Tenemos que hacer volver a nuestros pensamientos al aquí y ahora.

 

  • Sobregeneralización: Cuando generalizamos a partir de una experiencia concreta. Por ejemplo: Todo me sale mal, no consigo nada de lo que me propongo… cuando detectes las palabras: todo, nada, siempre, nunca… pregúntate: ¿No consigo nada de lo que me propongo? voy a recordar 3 cosas que he conseguido una vez me las propuse…. o bien: ¿Todo me sale mal? voy a recordar 3 cosas que me hayan salido bien otras veces… de esta forma, a tu mente le das opción a seguir buscando soluciones en vez de obligarla a rendirse al darle a entender que no hay posibilidad de éxito.

 

  • Filtraje: este tipo de pensamiento negativo se da cuando le damos importancia tremenda a un factor negativo de una experiencia y obviamos el resto de los factores positivos de esa experiencia. Por ejemplo: haces una exposición de tu informe ante los compañeros de otros departamentos. Una vez terminas, todos ellos te felicitan y uno de ellos te dice: has estado genial, qué pena lo de esa diapositiva que no se veía bien, pero genial. Y enotnces, tu mente filtra y de todos los feedbakcs recibidos se queda con  la mala sensación de que uno diapositiva no se veía bien. Este pensamiento no te deja disfrutar del reconocido éxito y te trae bastante malestar cuando no es necesario ya que la realidad es que todos están contentos con tu exposición. En estos casos te puede servir hacer una lista de todo lo bueno que te han dicho o te ha pasado. Así, ayudas a tu mente a poner atención en lo positivo y no solo en lo negativo.

 

A través de poner atención a lo que piensas puedes detectar las distorsiones cognitivas que se han activado en tu mente y trabajar sobre ellas para tener una visión de la situación, al menos, más realista, y por lo tanto, sentir emociones constructivas que te permitan afrontar de manera exitosa cada uno de tus días.

En los programas individuales trabajamos con estas y todas las demás distorsiones cognitivas haciendo posible el cambio de emociones disfuncionales por otras adaptativas o incluso, eliminando estas emociones que nos nos ayudan. El hecho de poder manejar así tus emociones te permite mejorar tus relaciones, tanto laborales como personales, y convertirlas en relaciones sanas. También te permite gestionar conflictos y situaciones difíciles desde una actitud más serena y resolutiva. Por ello, el auto liderazgo, es decir, el saber manejar las emociones propias y elegir las conductas adecuadas, te acerca al éxito deseado siempre.

Recuerda que si quieres saber más sobre estos programas, puedes pedirme una sesión gratuita de valoración en la que nos conoceremos y te contaré en qué consisten los programas individuales para que valores si te pueden ayudar a conseguir mayor bienestar y éxito. Solo escríbeme a: info@etie.es

 

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Un abrazo,

 

Irene Ruiz