Una de las funciones principales para todos aquellos que lideran es es la de tomar decisiones. Bien lideres una organización o departamento, como en un equipo deportivo, como en una familia, te corresponde tomar ciertas decisiones. Y estas decisiones, tanto las que se toman como las que no, afectan al resto del grupo. Y precisamente, esta es la responsabilidad que más suele pesar a un líder, la de tener que tomar decisiones que afectan a la vida de otra persona. Precisamente, por esto, es importante que líder sepa cómo definir la realidad para tomar decisiones.

 

LA DIFICULTAD DE DEFINIR  LA REALIDAD

El miedo a equivocarnos es  uno de los grandes frenos a la hora de tomar decisiones, y por eso, en muchas ocasiones no vemos la realidad para no sentir que debemos decidir y actuar. Sin embargo, esta huida de la realidad no nos hace mejores líderes ya que, o no tomamos las decisiones que corresponden o tomamos decisiones “máscara” que no llevan a los resultados necesarios para la mejora y el avance. De hecho, en mi experiencia laboral, siempre recibí más quejas de aquellos líderes que no toman las decisiones que “les toca”, que de los que las toman y fallan.

Todo buen líder comienza por definir bien la realidad. No debe buscar ser perfecto, sino realista, porque toda decisión que tomes o no tomes, va a influir a otras personas. Y es que, la realidad, antes o después, se impone, y las decisiones que no tomaste antes puede que ahora debas hacerlo de manera obligada o que las tomen otros por ti. Jack Welch, en su libro Hablando claro definía 6 reglas para ser un líder de éxito:

  1. Controla tu destino, de lo contrario otra persona lo controlará.
  2. Enfrenta la realidad tal cual es, no la que quisieras que fuera.
  3. Sé franco con todos.
  4. No administres, dirige.
  5. Haz cambios antes que estés obligado a hacerlos.
  6. Si no tienes una ventaja sobre la competencia, no compitas.

De estas 6 reglas, 5 están directamente relacionadas con definir la realidad, con dedicar tiempo y dar prioridad a ser realista.

 

DEMASIADO OPTIMISMO

Un grado de optimismo es positivo ya que te hace ser constante y recuperarte frente a los fracasos. El optimismo te hace pensar en las posibles soluciones, en las personas que pueden ayudarte, en no rendirte y seguir buscando maneras de conseguir tus objetivos… te ayuda a enfrentar los retos de la vida desde creer en ti y en tus capacidades y opciones.

Sin embargo, si el optimismo te impide ver la realidad, no tendrás en cuenta todos los factores necesarios a considerar para tomar tus decisiones y se convierten en decisiones débiles con alta probabilidad de fallar.

Por este motivo, si te reconoces especialmente positivo sería bueno que analizaras tu realidad antes de tomar decisiones.

 

DEMASIADA EMPATÍA

La empatía es la base de las relaciones sociales. Gracias a la capacidad de nuestro cerebro de reconocer las emociones de los demás, podemos ajustar nuestra conducta y  forma de comunicarnos con el otro para conseguir relaciones de cooperación, apoyo, colaboración… Sin embargo, los líderes que son demasiado empáticos se contagian de la emoción ajena y esto les impide tomar las decisiones que requiere la situación. La empatía nos debe ayudar a comunicar la decisión teniendo en cuenta la emoción del otro, pero no debe evitar que seamos realistas.

La habilidad de ser empático se entrena, por lo que si careces de ella o no sabes gestionar tu empatía, un primer objetivo de auto liderazgo para ti sería desarrollar la habilidad de ser empático (ni de más ni de menos 😉  )

 

CÓMO DEFINIR LA REALIDAD

Para que puedas comenzar a definir la realidad sobre la cual debes tomar ciertas decisiones te invito a que te plantees las siguientes preguntas:

  • Define la realidad de la situación. A continuación, pregúntate: ¿otras personas están de acuerdo con esta realidad?
  • ¿Puedo identificar todos los problemas? Divide la realidad en partes para entenderla mejor y llegar a los problemas de forma más concreta.
  • ¿Puedo resolver todos estos problemas? Separa los que puedes resolver de los que no.
  • ¿Qué puedo hacer para resolver estos problemas? Define las soluciones que le darías a cada problema, a quién afecta, cuáles serían las consecuencias en el corto, medio y largo plazo. Realiza un plan de acción para cada uno de ellos.
  • ¿Estoy dispuesto a seguir mi plan de acción? Debo tener un compromiso firme con estas decisiones tomadas para llevarlas a cabo con éxito.
  • ¿Mi equipo está dispuesto a seguir mi plan de acción? Despertar el compromiso del equipo es fundamental para su realización.

Con esta auto reflexión serás más consciente de si tus decisiones están tomadas teniendo en cuenta la realidad, es decir, desde una visión realista de la situación y de su evolución a medio y largo plazo tanto si tomas unas acciones como otras. Lo que te hace más fácil entender cuáles son las acciones que aportarán mejores resultados.

Sin embargo, debes tener en cuenta que toda realidad es una percepción propia y que, además, puede que haya información que no te llegue. Por lo que es aconsejable que a parte de de dedicar tiempo a la reflexión de la realidad realices acciones que te ayuden a recopilar toda la información posible:

  • Conversa con todas las personas implicadas. Pídeles que sean honestas y te digan lo que piensan. Todo líder necesita rodearse de personas honestas y evitar tener a un montón de aduladores a su alrededor. La única forma de que los demás sean honestos es pedirles que le cuenten lo que piensan y tratándolos con respeto y agradecimiento. El problema es que no siempre nos gustará lo que nos digan. Y por eso, mucho líderes inseguros no quieren escuchar a los demás cuando lo que realmente necesitan es ver la realidad para encararla. Si sientes que te cuesta escuvhar lo que piensan los demás, entonces, como líder necesitas reforzar la auto confianza y la auto gestión emocional. Una vez desarrolles estas habilidades, las personas honestas a tu lado serán las que te ayuden a encarar la realidad.
  • Rodeate de personas realistas que te puedan ayudar a ver la realidad cada día, sobre todo si sientes que ver la realidad es un punto débil en ti o que a veces te resulta difícil. Siempre es muy positivo tener en tu equipo a personas que te complementan.
  • Invita a que personas ajenas y objetivas revisen tu realidad, tus métodos, tus resultados… pueden ser mentores o coachs, tanto a nivel profesional como personal, personas totalmente objetivas que tienen las herramientas adecuadas para examinarte y ayudarte a que seas realista a la hora de tomar decisiones.

 

Ser realista a la hora de tomar decisiones requiere de un gran auto control emocional, pero merece la pena tomar en serio este punto para no alargar situaciones dolorosas más de la cuenta, o situaciones difíciles que van empeorando los resultados o la convivencia. La realidad puede ayudarte a encontrar soluciones más eficientes y, por lo tanto, mayor bienestar.

Y tú, ¿sabes cómo definir la realidad para tomar decisiones?

Un abrazo,

Irene Ruiz

 

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