El concepto de líder ha sido muy utilizado en los últimos años, y por cómo se ha utilizado en ocasiones, se ha convertido en un concepto confuso que ha perdido credibilidad. El ser líder se ha relacionado con diferentes conceptos como personas que pueden influir en los demás (entrenadores, profesores, jefes…), o bien personas que tienen carisma, o con aquellos que desarrollan sus habilidades de comunicación y son convincentes. Y sin embargo, nada de esto tiene que ver con el verdadero líder natural.

Según la RAE  la definición de líder es  la Persona que dirige u orienta a un grupo, que reconoce su autoridad’ . Las palabras clave en esta definición son dirige y autoridad reconocida. Es decir, que podríamos llamar líder a todo aquel que pertenece a un sistema jerarquizado y en sus funciones está el dirigir la labor de un equipo de personas. Esto mismo nos puede sonar a jefe, responsable de departamento, o incluso a la figura del padre o la madre dentro de una familia. Sin embargo, muchos de nosotros no definimos a nuestro jefes como líderes, por ejemplo.

Y es que, cuando pensamos en un líder pensamos en aquellos que han influido a otras personas, no por su autoridad formal, sino a través del ejemplo y de un mensaje que despertó el interés en otros que lo siguieron. Piensa en alguien a quien consideres un líder para ti. ¿Quién te viene a la cabeza? ¿Qué lo caracteriza que lo hace líder que no encuentras en otras personas con autoridad formal?

Un líder natural no lo es porque lo decide sino porque lo hacen líder sus seguidores.

Seguramente estás pensando en alguien que tiene una filosofía de vida y un mensaje con el que estás de acuerdo. Una persona que piensa, hace y dice lo mismo, es decir, que es coherente y da ejemplo. Pero sobre todo, es una persona que despierta en ti sensaciones positivas como puede ser motivación, confianza, respeto, seguridad. El líder natural es aquel que se autolidera, y desde su ejemplo, es seguido por otros sin necesidad de obligarles a ello, sino que sus seguidores lo han elegido libremente.

Por lo tanto, existe una diferencia importante entre:

  • ser líder como la figura jerárquica dirige un equipo. Estas personas influyen en los demás porque su puesto de autoridad les da esa capacidad. Son seguidos por cumplir la jerarquía pero no porque sean realmente admirados por sus colaboradores. Pueden ser líderes naturales o personas tóxicas, y en ambos casos se les llama líderes porque coordinan o gestionan al equipo.
  • ser líder natural como aquel que es seguido por otros de manera voluntaria debido a sus ideas y a su ejemplo, a su autenticidad y respeto por los demás. Mantiene una relación de iguales incluso aunque exista jerarquía. Ejerce su liderazgo desde cualquier posición, sin necesidad de autoridad formal.

El caso más favorable para el equipo será cuando un líder o Gestor a su vez sea líder natural.

Podemos decir entonces, que un líder natural se caracteriza por:

  • Ser coherente: piensa, hace y dice lo mismo. Da ejemplo.
  • Basa sus relaciones en el respeto mutuo. Incluso aunque se enfade o esté en una situación de conflicto, nunca falta al respeto a las demás personas.
  • Es auténtico, conoce sus valores y sus principios y vive acorde a ellos. No se vende.
  • Es leal y despierta confianza. Las personas que lo siguen saben que es alguien en quien pueden confiar porque al primero que no quiere fallar es así mismo.
  • Es proactivo y de pensamiento positivo. Busca soluciones y alternativas a los retos. No se queja, actúa.
  • Es humilde. Reconoce su valor y el de los demás, así como sus errores de los que aprende. Sabe cuando pedir ayuda y no tiene reparo en hacerlo.
  • Es agradecido. Agradece cada día, y en voz alta, a cada una de las personas de las que se rodea.
  • Sabe trabajar en equipo. Reconoce que trabajando en equipo se consiguen mejores resultados.
  • Acepta los cambios como parte natural de la vida y los afronta como una nueva oportunidad que nace.
  • Siempre busca aprender y crecer a nivel personal con cada experiencia vivida.

Todos y cada uno de nosotros somos un líder en esencia. Debemos comenzar por practicar el autoliderazgo, y desde ahí, desde ser nosotros mismos, auténticos y fieles a quienes somos, viviremos una vida de ejemplo y bienestar. Los tiempos están cambiando, las habilidades que se necesitaban antes para afrontar la vida, ahora comienzan a ser otras. Pasamos de la era industrial, en la que unos pocos lideraban a muchos, a la era del conocimiento, en la que cada uno de nosotros debe comenzar a liderarse a sí mismo para adaptarse al entorno y disfrutar de su bienestar personal, profesional y social.

Te invito a saques el líder que hay en ti y te autolideres para sacar el máximo partido a tu vida.

¡Un abrazo!